miércoles, 3 de julio de 2013

Más de 30 millones de abejas mueren en Canadá

 
Poco después de que en una explotación apícola de Oregón, Estados Unidos, murieran 50 mil abejas, en Elmwood, en la provincia canadiense de Ontario, se encontró la impresionante cifra de 37 millones de abejas muertas.
David Schuit, que dirige una granja de abejas en Elmwood, señala como culpables de la pérdida de 600 colmenas a los insecticidas conocidos como "neonicotinoides", fabricados por una famosa empresa multinacional.
 
Ese "holocausto" de abejas llegó también después de un reciente informe publicado por la Asociación de Apicultores Británicos, que registró la mayor pérdida de abejas en toda su historia. Otra catástrofe similar ocurrió recientemente en Gerona, Cataluña, donde los apicultores perdieron millones de abejas. Los productores de miel españoles también atribuyen el descenso en las poblaciones de abejas en Europa a las prácticas agresivas de la agricultura moderna. 
 
La Unión Europea ya ha prohibido el uso de múltiples pesticidas vinculados a la muerte de millones de abejas. La pérdida de abejas tiene lugar después de la siembra de maíz. Los pesticidas neonicotinoides se utilizan para plantar maíz abrigo con sembradoras neumáticas, que esparcen los plaguicidas por el aire durante el proceso. 
 
La muerte de millones de estos insectos polinizadores fue estudiada por la Universidad de Purdue (Indiana, Estados Unidos), que descubrió que las abejas presentan síntomas neurotóxicos.
 
La desaparición de abejas ya es un problema global
 
La polinización de los cultivos, esencial para la alimentación de la humanidad, está en peligro por la creciente desaparición de abejas en todo el mundo. Un problema que ya puede considerarse global, más aún luego de un informe publicado por Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que asegura que este fenómeno se ha extendido a nuevas regiones del planeta.
 
Hasta ahora, sólo se había registrado un alarmante aumento de muertes en Estados Unidos, y en algunas regiones de Europa, incluída España. Y ahora en canadá. Sin embargo, según el informe de PNUMA, en los últimos años el problema se ha extendido a Australia, China, Japón y el norte de África, en la ribera del Nilo.
Dicho informe explica que esta grave disminución de las colonias se debe a múltiples factores, como el cambio climático, la contaminación, los pesticidas y el creciente papel de determinados parásitos, que están mermando los cultivos.
 
La importancia de estas desapariciones es altísima, ya que en las últimas décadas se ha multiplicado el número de cultivos dependientes de la polinización por abejas. En el caso de determinadas frutas, la producción de semillas disminuye en más del 90% al desaparecer estas eficientes polinizadoras.
 
No hay que olvidar que alguna vez , Albert Einstein una vez dijo: “Si la abeja desapareciera del planeta, al hombre sólo le quedarían 4 años de vida”. 
 

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